Page Nav

HIDE

Grid

GRID_STYLE

Breaking News

latest

"El Pesebre, La Cruz, Y La Corona" (Mateo 1:21) Osvaldo Lewczuk (18-12-2...

“El Pesebre, La Cruz Y La Corona” (Mateo 1:21 ) (18-12-22) Osv. Lewczuk (Mateo 1:21 ): “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, p...


“El Pesebre, La Cruz Y La Corona” (Mateo 1:21) (18-12-22) Osv. Lewczuk (Mateo 1:21): “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” Estamos en el tiempo de la Navidad, donde celebramos el nacimiento del Salvador, Cristo Jesús. El pesebre, la cruz y la corona, son el resumen de la obra expiatoria de Jesús a favor de los que creen. Y vamos a realizar un paralelismo en los tres casos. El pesebre, con el nuevo nacimiento; la cruz, con tomar tu cruz cada día; y la corona, con las bodas del Cordero. El Pesebre - Nuevo Nacimiento En el pesebre había soledad. Así nació Jesús, en soledad. Y hoy de la misma manera, nace en las vidas de las personas que colocan en él su fe y confianza, en soledad. Ya que la obra del Espíritu Santo, por lo general es en el silencio. Cuando María preguntó al ángel acerca del nacimiento del Salvador. el ángel le dijo: La obra del Espíritu Santo es en silencio y soledad, y así hace su obra de gracia divina en nosotros. En el pesebre había también humillación. (Lucas 2:7c): “Porque no había lugar para ellos en el mesón” Dios movió a los poderosos para cumplir con su plan. Augusto César había dado orden de realizar un censo, y como José era de la casa de David, debía censarse en Belén. Eso produjo que mucha gente tenga que moverse de sus lugares habituales de vida e ir al lugar de su familia y censarse. Por lo tanto, todas los alojamientos estaban ocupados, y Jesús que ya estaba por nacer, tuvo que nacer en un establo, que es el lugar donde guardan de noche a los animales. Humillación. Cuando el alma se humilla ante Dios y reconoce su completa incapacidad para salvarse a sí mismo de la eterna condenación. Sólo la gracia de Dios lo puede hacer posible! En el pesebre había también adoración. (Lucas 2:20): “Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho” En el pesebre hubo adoración. A los pastores les había sido revelado por los ángeles que había nacido el Salvador. Es que frente a la revelación de la verdad de Dios, de un Salvador que es Cristo el Señor, y pasando a la humillación de reconocer nuestra rebelión contra Dios, es únicamente lugar para la adoración. El corazón renacido de la alto, se inclina en solemne adoración al Salvador. Así como en el pesebre había soledad, en la cruz también había soledad. Desde la traición de Judas Iscariote a Jesús, los discípulos lo dejaron, y huyeron. Y en la cruz la soledad fue TOTAL!!!. Frente al terrible peso del pecado de todos nosotros, Jesús en la cruz, quedó solo, tan solo, que tuvo que exclamar: (Mateo 27:46): “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? La manera, tomar nuestra cruz cada día y seguir en pos de Jesús es una obra en soledad. Pueden acompañarnos otras personas en nuestras pruebas, pero la verdad, es que la batalla y lucha interior que a veces pasamos, la tenemos que vivir nosotros mismos en la soledad de nuestro corazón. En la cruz había humillación como en el pesebre. De igual modo, muchas veces el creyente al sufrir por diversas pruebas, es calumniado, burlado, y humillado por los incrédulos, diciendo que Dios no nos quiere y por eso no escucha nuestros clamores. Pero como creyentes sabemos, que cada uno debe negarse a sí mismo, tomar su propia cruz y seguir en pos de Jesús cada día. En la cruz había adoración, como en el pesebre. En un acto de adoración, por parte de aquellos, en quienes el Espíritu Santo estuvo trabajando en silencio, y obrando con la gracia de Dios. De igual modo, el creyente, cuando sale de la hora de la prueba que había en su vida, su corazón se levanta en adoración al que vive por los siglos de los siglos y está sentado en el trono. Toda la soledad y humillación se transforman en adoración a Dios. La Corona-Las Bodas Del Cordero. Aquí está el gran contraste entre el pesebre, la cruz y la corona. En el pesebre y en la cruz había soledad. En la Coronación habrá multitudes incontables de salvados por la fe. En la Coronación habrán millares de millares, en lugar de soledad. yo, y los suyos no le recibieron, vendrá el día donde todos los que le recibieron y creyeron en él, se reunirán alrededor del trono en sublime adoración al que vive por los siglos de los siglos. En el pesebre y en la cruz había humillación En la Coronación habrá exaltación, en lugar de humillación Tremenda exaltación al que merece toda la gloria. A Jesús, el eterno Salvador de aquellos que por fe, creyeron en él. En el pesebre y en la cruz había adoración. En la Coronación habrá Juicio y Condenación, en lugar de Adoración. por un lado estarán las Bodas del Cordero, y toda adoración, por otro lado habrá Juicio y Condenación. La pregunta final es: ¿Dónde pasarás la eternidad? ¿Estarás con Jesucristo o separado/a de él para siempre? Cada uno de nosotros, en forma personal, debe dar la respuesta final a esta pregunta. El tiempo final está cerca!!! #ElPesebreLaCruzYLaCorona, # Jesús, #Osvaldo Lewczuk

No hay comentarios.