"Cómo Ser Un Creyente Mundial" (Mateo 28: 16-20) Osvaldo Lewczuk (Mateo 28: 16-20): Pero los once discípulos se fueron a Galilea,...
"Cómo Ser Un Creyente Mundial" (Mateo 28: 16-20) Osvaldo Lewczuk
(Mateo 28: 16-20): Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban.
28 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
19 Por tanto, id, y haced discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”
La Gran Comisión es nuestra comisión.
Los creyentes comprometidos fuimos salvados y creados para una misión.
Si somos creyentes comprometidos, esperamos recibir una tarea particular y nos emocionamos con el privilegio de ser usados por Dios.
Los verdaderos creyentes, los comprometidos son las únicas personas que viven en plenitud en esta vida.
Dios nos invita a participar en la causa más grande, más extensa, más diversa y más importante en toda la historia: su reino.
La historia es su historia.
Cuando Jesús les dijo a sus seguidores que “fueran por todo el mundo y dijeran a cada uno las buenas nuevas”, ese pequeño grupo de pobres discípulos del medio Oriente quedó abrumada.
Las oportunidades para el cristiano común y corriente de involucrarse en misiones internacionales a corto plazo son ahora literalmente infinitas. Cada rincón del mundo nos está esperando.
Por lo tanto, no tenemos ninguna excusa para no difundir las buenas nuevas.
Ahora, con Internet, el mundo se ha hecho aún más pequeño.
Además de los teléfonos y los faxes, cualquier creyente con acceso a la Internet puede comunicarse en persona virtualmente con cualquiera
en cualquier país del mundo.
¡El mundo completo está en la punta de nuestros dedos!
CÓMO PENSAR COMO UN VERDADERO CREYENTE
Dejar de pensar en nosotros y pensar en otros.
Este es el primer paso para convertirnos en creyentes de clase mundial. Los niños sólo piensan en sí mismos; cuando crecen piensan en otros.
Por supuesto, este cambio es difícil porque somos egoístas por naturaleza y casi toda la propaganda nos anima a pensar en nosotros mismos.
La única forma de cambiar este paradigma es dependiendo, momento tras momento, de Dios.
Afortunadamente Él no nos deja luchar por nuestra propia cuenta.
Empecemos a pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a pensar en las necesidades espirituales de los no creyentes en cualquier momento que hablemos con ellos.
Con la práctica podemos desarrollar el hábito de pronunciar en silencio “oraciones de aliento” para aquellos que encuentres.
Dile: “Padre, ayúdame a entender lo que le está impidiendo a esta persona que te conozca”.
Nuestra meta es descubrir dónde se encuentran otros en su peregrinaje espiritual y hacer lo necesario para atraerlos un paso más cerca del conocimiento de Cristo.
De eso se trata, traer personas a Jesús.
Cambiar de perspectiva local a global.
Dios es un Dios global, y siempre ha tenido cuidado del mundo entero.
El primer paso para comenzar a pensar globalmente es orar por
países específicos.
Los cristianos comprometidos oran por el mundo.
Oremos por las naciones por su nombre.
La oración es la herramienta más importante para nuestra misión en el mundo.
Las personas tal vez rechacen nuestro amor y nuestro mensaje, pero no pueden hacer nada contra nuestras oraciones.
Las oraciones nos brindan compañerismo con otros alrededor del mundo.
También debemos orar por los misioneros y cada uno de los que participan en la cosecha global.
Otra forma de desarrollar un pensamiento global es leyendo y viendo las noticias con los “Ojos de la Gran Comisión”.
Dondequiera que haya cambios o conflictos, podemos estar seguros de que Dios los usará para atraer a la gente a Él.
La gente es más receptiva a Dios cuando sufre tensión o vive períodos de transición.
Formar en nosotros una perspectiva eterna.
Para sacar el mayor provecho a nuestra vida terrena debemos tener
una perspectiva eterna.
Eso nos ayudará a distinguir entre lo que es urgente y lo que es realmente importante.
Dejar las excusas y cumplir nuestra comisión.
Todos somos llamados para cumplir los cinco propósitos de Dios en nuestras vidas: adorar, pertenecer a su familia, crecer igual a Cristo, servir, y cumplir la misión de Dios en el mundo.
Dios no quiere usar sólo a algunos de su pueblo, él quiere usarlos a todos.
Por eso somos llamados a participar en la misión asignada por Dios.
Él desea que su iglesia completa lleve el evangelio entero a todo el
mundo.
Si queremos parecernos a Jesús, debemos tener un corazón que anhele alcanzar al mundo entero.
No podemos sentirnos satisfechos sólo con que nuestra familia y nuestros amigos conozcan a Cristo.
Hay más de siete mil millones de personas en la tierra, y el Señor quiere encontrar a todos sus hijos perdidos.
La Gran Comisión es nuestra comisión, y hacer nuestra parte es el secreto para vivir una vida victoriosa.
#CómoSerUnCreyenteMundial, #Jesús, #OsvaldoLEWCZUK
No hay comentarios.